El intraemprendimiento ocurre cuando un empleado de una organización tiene la oportunidad de emprender dentro de ella. Actualmente, los empleados pueden presentar ideas de negocio internos. En este sentido, hablamos de un emprendimiento corporativo que genera un nuevo elemento de valor.
Simultáneamente, se busca que las organizaciones dejen atrás modelos tradicionales de negocio y se centren en las necesidades que surgen en la actualidad (Barrero, 2021).
Según el Monitor de Emprendimiento Mundial (GEM, 2020), América Latina ha registrado un crecimiento en su dinamismo empresarial, determinado por esta actividad emprendedora. Se estima que la región cuenta con un 52,4% de oportunidades para crear nuevas unidades de negocio o desarrollar nuevos productos y servicios. Además, las probabilidades de que sea a través del emprendimiento corporativo son altas.
Vera, emprendimiento corporativo de cuidado menstrual
Panorama del intraemprendimiento en América Latina
Este emprendimiento corporativo involucra la innovación en nuevos modelos de negocio y las transformaciones mediante renovación estratégica. El cual puede impactar en la organización a través de diversos resultados relacionados con sus operaciones. El impacto más relevante es identificar oportunidades de negocios que generen beneficios adicionales. Entre estos, una ventaja competitiva y el acceso a otros mercados (Sánchez et al., 2020).
En América Latina, el intraemprendimiento se percibe como una iniciativa ideal para potenciar la búsqueda de talento joven. Un talento dispuesto a aportar nuevas perspectivas de negocio que sean vanguardistas, actuales y llamativas. Además, se constituye como una oportunidad de desarrollo profesional, que aprovecha sus capacidades para el crecimiento de la organización (Sánchez et al., 2020).
A nivel mundial, entre 50 y 54 países participaron en la Encuesta a Población Adulta (APS) y la Encuesta Nacional a Expertos (NES) del GEM 2019. De ellos, el 55,4% manifiesta estar activo en estrategias de preparación, implementación, liderazgo y apoyo al intraemprendimiento. Entre los países latinoamericanos destacan (GEM, 2020):
• Chile, con 3,6%.
• Puerto Rico, con 2,1%.
• Guatemala, con 1,4%.
• Ecuador, con 1,3%.
• Colombia, con 0,9%.
• Brasil, con 0,6%.
• Panamá, con 0,4%.
• México, con 0,2%.
Esto refleja aún la influencia del emprendimiento tradicional, bajo un modelo clásico y sin cambios. Sin embargo, las iniciativas de intraemprendimiento han ganado terreno y tienen un buen perfil, tanto en la adopción del corporate venturing en Latinoamérica, como en la innovación e inclusión de nuevos mercados. Por eso, es importante estimular este tipo de desarrollos en las organizaciones latinoamericanas (GEM, 2020).
Un ejemplo reconocido de intraemprendimiento es la cadena multinacional de tiendas Falabella con sede en Santiago de Chile. En 2018, anunció la compra de Linio, la plataforma de comercio electrónico latinoamericana. Esta adquisición fue estratégica para impulsar su posición, no solo en Chile, sino en Perú y Colombia. A partir de allí, aumentó su presencia en ocho mercados latinoamericanos y permitió la entrada de nuevos competidores online en la región (IESE, 2020).
Linio fue comprado por Falabella en 2018.
En Colombia, el caso de Grupo Compunet, socio de SAP, es muy reconocido. En 2004, desarrolló MyAgri, una solución basada en la tecnología SAP para el sector agrícola. Logró llegar a 21 países. Sin embargo, la organización decidió venderla a otro socio de SAP. Más adelante, en 2009, inició un proyecto similar para el sector salud:
la solución MySiss, y otro para conectar a los tenderos: Tease. Estas plataformas se convirtieron en spin-off de Compunet que cuenta con inversionistas externos y funcionan como una startup (Bancolombia, 2021).
Principales retos del intraemprendimiento en América Latina
El emprendimiento en el interior de las organizaciones constituye una de las estrategias corporativas de mayor eficacia. Este dinamiza los equipos de trabajo y avanza en una estrategia de innovación organizacional. No solo tiene incidencia en las decisiones de sus líderes, sino que amplía el panorama para involucrar de forma activa a los empleados (Sánchez et al., 2020).
En este sentido, en Latinoamérica tiene más fuerza la concepción del emprendimiento. Sin embargo, debe proyectarse con un nuevo modelo organizativo que impulse las oportunidades de negocios identificadas por sus emprendedores internos. Para eso, los principales retos que se presentan son (Sánchez et al., 2020):
- Motivar el intraemprendimiento en los colaboradores a través de alianzas que generen valor.
- Mejorar la influencia del entorno y propiciar las iniciativas al interior de la organización.
- Generar mecanismos de empoderamiento para los empleados. Esto fortalece el cambio y lo considera parte de la dinámica empresarial.
- Formar el talento humano con un plan estratégico de capacitación para fomentar la innovación.
- Articular redes que permitan compartir y construir de manera conjunta. Es decir, crear un tejido empresarial eficiente y competitivo. El cual debe contar con la contribución del Estado y la participación tanto del sector público como del privado.
El intraemprendimiento es una estrategia de renovación para las organizaciones, a través de iniciativas de los empleados. Este logra un impacto positivo en el comportamiento organizacional y aumenta la ventaja competitiva. Crea un ambiente innovador, facilita los procesos y favorece la economía, por lo que debe motivarse constantemente. América Latina ha ganado terreno en este tipo de emprendimiento, por lo que debe proyectarse para seguir creciendo.